Un sábado Daniel nos dio permiso para salir en moto, nos acompañó Josantonio y Ana . Como teníamos tiempo nos fuimos a que nos dieran pulpo en Ponferrada por la entretenida ruta que pasa por La Garandilla a Tremor. No teníamos planes y sobre la marcha tras la comida nos acercamos a Peñalba de Santiago. La carretera ha sido recientemente asfaltada aunque mantiene su estrechez con curvas de poca visibilidad que hace que circules por ella en permanente alerta en temporada alta dado que hay mucho inútil que parece que saca el vehículo como si estuviera buscando aparcamiento en el Hiper de turno.
Recientemente Peñalba forma parte de la red de "pueblos mas bonitos".
Dejamos las motos en el aparcamiento que hay a la entrada, hemos llegado hasta aquí pasando por el Valle del Silencio. El nombre por si mismo es bastante definitorio aunque el Río Oza es el que discurre por el valle y también le da su nombre mas topográfico. Atravesamos pueblos donde la piedra y la pizarra forman parte de las construcciones. Es un lugar elegido hace cientos de años por monjes, unos creando monasterios y otros viviendo de forma anacoreta.
Comienza el paseo, la peatonalización del pueblo junto con sus calles estrechas y casas restauradas le dan un encanto especial.
A destacar la Iglesia monasterio de Santiago......
"Si nos atenemos a la historia de la región, es evidente que ya en los últimos siglos del primer milenio esta zona del Bierzo tenía algún tipo de atractivo especial, pues fue el lugar elegido por dos religiosos del siglo VII y uno tercero en el IX, tan distintos como el monje, obispo y cortesano San Fructuoso que creó allí San Pedro de Montes, una de sus múltiples fundaciones en el norte de la península, el ermitaño y asceta San Valerio, que lo amplió pocos años después, y San Genadio, cenobita repoblador que lo reconstruyó a finales del siglo IX y que el año 919, buscando una mayor soledad, fundó Santiago de Peñalba. La iglesia fue obra del abad Salomón entre 931 y 937, después de la muerte del santo."
De turismo prerromanico
Hoy no hay mucho jaleo y el paseo es tranquilo.
Colmenas tradicionales.
Como vamos "bien de tiempo" le toca a Josantonio guiar y nos lleva a su mina , ahora extinta, atajando por la carretera de servicio hasta Collado Cerredo.
En el fondo del valle tenemos el pueblo.
Reposicionando al lado de los cargaderos.
Paseamos por la abandonada explotación, es un lugar al que no me canso de ir .
Vieja maquinaria
Esta vez nos acerca a la zona de vestuarios
Una de estas taquillas fue de Josantonio, incluso mantiene una pegatina que puso en su día.
Las perchas donde colgaban la ropa de faena del techo para secar.
Seguimos de prospección.
Un viejo taller
Se nos van las horas de luz, toca cerrar el windows
Nuevamente no traigo la cámara de fotos mas apropiada por lo que tendremos que volver con mejor equipo y que Josantonio haga un esfuerzo y nos vuelva a hacer una visita guiada.
HASTA LA SIGUIENTE.
